En un mundo donde la saturación digital ha vuelto irrelevante el marketing genérico, el Account-Based Marketing (ABM) emerge como una estrategia quirúrgica y poderosa. Pero, ¿por qué la mayoría de las empresas lo están haciendo mal? En este blog desmontamos los mitos del ABM, mostramos cómo realmente se construye una estrategia uno-a-uno en ecosistemas B2B complejos y por qué este enfoque puede ser la clave para que tu empresa vuelva a crecer con precisión y propósito.
Hay una conversación que se repite en las salas de juntas: "Invertimos más que nunca en marketing, pero los SQLs de calidad siguen bajando." El problema no es el presupuesto. El problema es que sigues hablándole a todos esperando que alguien responda.
El marketing B2B tradicional está construido sobre una premisa obsoleta: si lanzas suficientes anzuelos, algo pescas. Esa lógica funcionaba cuando tus compradores tenían tiempo, atención y menos opciones. Hoy, el CEO que necesitas alcanzar recibe 300 emails al día, ignora el 95% de los anuncios que ve y solo responde a contactos que demuestran conocimiento genuino de su negocio.
Bienvenido al mundo donde el volumen perdió contra la precisión.
Account-Based Marketing no es "enviar emails personalizados con el nombre de la empresa del prospecto". No es "hacer una landing page especial para 3 clientes grandes". Y definitivamente no es "poner el logo de tu cliente en una presentación".
ABM real es arquitectura estratégica. Es identificar las 50-100 cuentas que realmente pueden transformar tu negocio, y construir ecosistemas completos de contenido, contacto y conversión específicamente para ellas. Es investigación profunda. Es orquestación multicanal. Es paciencia quirúrgica.
Lo que la mayoría llama ABM es en realidad "marketing tradicional con mejor targeting". Y eso no es suficiente.
Pecado 1: Confunden Personalización con Relevancia
Poner "Hola [Nombre]" y mencionar la industria del prospecto no es personalización. Es automatización visible. La relevancia real requiere entender el contexto estratégico de esa cuenta: qué crisis enfrentan, qué objetivos persiguen, qué conversaciones están teniendo internamente.
Ejemplo: Una empresa de software le envía a un CFO contenido sobre "transformación digital". Genérico. Una estrategia ABM bien ejecutada le hablaría sobre optimización de OPEX en contextos de consolidación post-adquisición, porque investigaron que su empresa acaba de comprar dos competidores y está en modo integración.
Pecado 2: Piensan Que ABM es Solo Responsabilidad de Marketing
ABM muere cuando marketing lo ejecuta en aislamiento. Las mejores estrategias ABM son una danza coreografiada entre marketing, ventas, producto y hasta customer success. Cada touchpoint debe estar alineado, cada mensaje debe construir sobre el anterior, cada interacción debe sentirse como parte de una conversación continua.
Si tu equipo de ventas no sabe qué contenido recibió el prospecto la semana pasada, no estás haciendo ABM. Estás haciendo marketing tradicional con lista más corta.
Pecado 3: Esperan Resultados en 90 Días
ABM no es performance marketing. No puedes lanzar una campaña en enero y esperar SQLs en marzo. Las cuentas grandes tienen ciclos de compra de 6-18 meses, múltiples stakeholders y procesos de decisión complejos. ABM es una inversión de largo plazo en relaciones estratégicas.
Las empresas que ganan con ABM entienden que están jugando ajedrez, no damas. Cada movimiento es deliberado, cada pieza cuenta, y la victoria se construye con movimientos que parecen lentos hasta que de repente ganas.
Pecado 4: No Miden lo que Realmente Importa
Si tu única métrica de ABM es "tasa de apertura de emails", ya perdiste. ABM requiere métricas de engagement profundo: cuántos stakeholders de la cuenta target están interactuando con tu contenido, cuántas conversaciones significativas estás generando, qué tan rápido avanzas en el proceso de compra una vez que hay contacto.
La métrica más importante del ABM no es cuántos leads generas. Es cuántos deals realmente cierras con cuentas que mueven la aguja.
Después de trabajar con empresas que atraviesan crisis estratégicas profundas, hemos visto qué separa el ABM cosmético del ABM que transforma negocios. Aquí está el blueprint:
Olvida esa lista de 500 "cuentas target". ABM real empieza con una pregunta violenta: si solo pudieras cerrar 10 clientes este año, ¿cuáles transformarían tu negocio?
Los criterios no son "pueden pagar" o "están en nuestra industria". Son:
Esas 50 cuentas que sobreviven este filtro son tu universo ABM.
Aquí es donde la mayoría abandona. Porque investigar bien es trabajo duro. Necesitas construir perfiles que incluyan:
Esta investigación no se hace una vez. Se actualiza constantemente. Es inteligencia viva.
El contenido en ABM no es "10 tips para mejorar tu X". Es asset development específico que demuestra que entiendes su negocio mejor que ellos mismos.
Para una cuenta target, esto podría incluir:
El contenido ABM debe ser tan valioso que si nunca compran, igual sienten que ganaron algo por interactuar contigo.
ABM no es "envía 5 emails y espera". Es presencia orquestada en cada canal donde tu prospecto vive:
Cada canal refuerza los demás. Cada mensaje construye sobre el anterior. El prospecto siente que no eres otro vendor más, sino un partner estratégico inevitable.
Aquí mueren el 80% de las estrategias ABM. Porque después de 3 meses de trabajo intenso, ves 2 reuniones agendadas y el CMO pregunta "¿esto está funcionando?"
La respuesta honesta es: todavía no lo sabemos. Pero si elegiste bien las cuentas, si la investigación es profunda, si el contenido es relevante y si la orquestación es consistente, los resultados llegan. Y cuando llegan, no son leads tibios. Son oportunidades de ACV alto con stakeholders que ya te ven como experto.
ABM es para empresas que pueden tolerar inversión estratégica sin resultados instantáneos. Si necesitas leads mañana, ABM no es tu respuesta.
Olvida las vanity metrics. En ABM, estas son las señales que indican que vas por buen camino:
Account Engagement Score: No cuántos emails abrieron, sino cuántos stakeholders diferentes de la cuenta target están interactuando con tu contenido. Si en una empresa de 500 personas, 7 perfiles diferentes han consumido tus assets en el último mes, algo está resonando.
Share of Voice Interno: ¿Tu contenido se está compartiendo internamente? ¿Apareces en conversaciones estratégicas? Esto no siempre es medible directamente, pero puedes inferirlo cuando múltiples personas de la misma organización te contactan mencionando "mi colega me pasó tu análisis sobre X".
Velocidad de Pipeline: Una vez que una cuenta ABM entra a pipeline, ¿avanza más rápido que las oportunidades tradicionales? Debería. Porque ya construiste relación, credibilidad y contexto antes del primer meeting de ventas.
Deal Size: Las oportunidades ABM deberían tener ACV significativamente mayor que tus deals promedio. Si no es así, elegiste mal las cuentas o no ejecutaste bien la estrategia.
Win Rate: Con ABM bien ejecutado, deberías cerrar más del 40% de las oportunidades que llegan a etapa avanzada. Comparado con el 15-20% típico del marketing tradicional.
No todas las empresas deberían hacer ABM. Si tu modelo de negocio requiere volumen alto de transacciones pequeñas, ABM es overkill. Si tu ciclo de venta es simple y tu ACV es bajo, performance marketing tradicional tiene más sentido.
ABM es para empresas donde cada cliente importa. Donde un solo deal puede representar el 5-10% de tu revenue anual. Donde los ciclos de compra son complejos, los stakeholders múltiples, y la diferenciación es crítica.
Si estás vendiendo commodities compitiendo por precio, ABM no te salvará. Pero si tu propuesta de valor es transformación real, si tus clientes ideales son pocas cuentas de alto impacto, y si puedes tolerar inversión estratégica de largo plazo, ABM no es una táctica.
Es la única manera de crecer con propósito.
En mOmo no hacemos ABM porque esté de moda. Lo hacemos porque trabajamos con empresas que atraviesan momentos críticos, empresas donde cada movimiento estratégico cuenta, donde un mal cliente puede ser más destructivo que no tener clientes.
Nuestra aproximación al ABM parte del PENTA Model: entendemos que la transformación real no empieza con tácticas, sino con claridad brutal sobre quién eres, qué ofreces y por qué debería importarle a alguien. Aplicado al ABM, esto significa que antes de construir contenido o tocar a un prospecto, definimos con precisión quirúrgica:
No vendemos campañas ABM. Construimos arquitecturas de relevancia estratégica.
Si tu empresa está en un punto de inflexión, si perdiste diferenciación o si el crecimiento se estancó, no necesitas más leads. Necesitas las conversaciones correctas con las cuentas correctas.
Y eso es ABM real.
¿Tu empresa está lista para ABM real, o sigue persiguiendo leads que no importan? Si la segunda opción te incomoda, es hora de hablar.